El diario es un escrito personal en el que puede haber
narrativa, descripción, relato de hechos, incidentes, emociones, sentimientos,
conflictos, observaciones, reacciones, interpretaciones, reflexiones,
pensamientos, hipótesis y explicaciones. Puede estar lleno de apuntes rápidos,
espontáneos, autocríticos, donde se da constancia de los acontecimientos
propios y del entorno. Su uso implica pasión, disciplina, observación, memoria
de los eventos, interés, entre otros.
El diario no es un simple cuaderno que narra lo que
pasa, es importante pues es una invitación para analizar nuestro
trabajo docente, una invitación al diálogo orientado a aprender algo más sobre
nosotros mismos, sobre los niños con quienes trabajamos, sus familias y
realidad social. Todo con la finalidad de encontrar nuevos caminos y
respuestas para nuestro trabajo en el aula y la escuela. Y así veremos
reflejados cambios en la forma de entender distintas situaciones que acontecen
en el aula. El diario será así el mejor instrumento que dé cuenta de nuestros
principales aprendizajes y la forma como influyen en nuestra práctica diaria.
Es un instrumento que nos sirve como evaluación de todo
nuestro trabajo docente, nos ayuda a entender con mayor claridad nuestros
errores y encontrar nuevas formas de como corregirlos. Sin duda es la
herramienta principal del docente, pues sin el diario pocas veces nos
detendríamos a reflexionar sobre nuestro trabajo en el aula, y continuaríamos
trabajando de la misma manera y cometiendo los mismos errores, que gracias al
diario hoy podemos corregir.
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